El mediático caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez vuelve a captar la atención mundial tras la decisión de un juez de Estados Unidos de reducir su sentencia de cadena perpetua a entre 50 años y cadena perpetua, permitiéndoles solicitar la libertad condicional.
Con más de 35 años en prisión, los hermanos podrían salir libres en los próximos meses, reviviendo uno de los casos criminales más controvertidos de la historia reciente de EE.UU.
Las emotivas declaraciones que conmovieron a la audiencia
Durante la audiencia en Los Ángeles, California, el juez Michael Jesic aseguró que los hermanos “han hecho lo suficiente en estos 35 años como para tener la oportunidad de salir en libertad”.
Entre lágrimas, Lyle Menéndez expresó su “profunda vergüenza” por los crímenes cometidos:
“Cometí un acto atroz contra dos personas que tenían derecho a vivir: mi madre y mi padre”, confesó.
Por su parte, Erik Menéndez asumió toda la responsabilidad del crimen:
“Disparé las cinco balas contra mis padres y luego volví para recargar. Le mentí a la policía. Lo siento de verdad”.
Una nueva visión generacional sobre el caso Menéndez
El caso cobró nueva relevancia gracias a la serie de Netflix “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez”, que ofreció una perspectiva distinta, enfocándose en los supuestos abusos sufridos por los hermanos en su niñez.
Con el auge de las redes sociales, miles de jóvenes cuestionan la rigidez del sistema judicial de la época y piden la revisión de casos con contextos familiares traumáticos.