El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha protagonizado un nuevo capítulo diplomático al invitar formalmente al Papa León XIV a visitar la Casa Blanca. Esta invitación fue entregada en mano por su vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, durante su visita oficial al Vaticano.
La entrega de la carta coincidió con el inicio del pontificado del primer Papa estadounidense, un hecho que no pasó desapercibido para la administración Trump, que busca fortalecer lazos con el Vaticano en un contexto internacional marcado por la guerra en Ucrania.
Una carta personal del presidente y la primera dama
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que la misiva fue firmada tanto por Trump como por la primera dama, expresando su deseo de recibir al Papa “cuanto antes” en Washington. La imagen oficial difundida por el Vaticano muestra al Papa junto a Vance y Rubio en un ambiente cordial y distendido.
Un encuentro que trasciende lo político: llamado a la paz mundial
Durante la reunión, León XIV, de 69 años, reiteró su llamado urgente a la paz mundial, esperando que Estados Unidos asuma un papel protagónico para poner fin al conflicto en Ucrania. No se descarta que este tema haya ocupado un lugar central en la conversación, especialmente considerando que Trump tiene programada una llamada telefónica con Vladimir Putin en los próximos días.
¿Un acercamiento genuino o una jugada política?
Lo que más ha captado la atención pública es que, antes de ser Papa, Robert Prevost había manifestado críticas en redes sociales hacia las políticas migratorias de Trump y su vicepresidente. A pesar de ello, JD Vance, convertido al catolicismo en 2019, aseguró que Estados Unidos está «muy orgulloso» del nuevo Sumo Pontífice y lo mantiene en sus oraciones.
La visita de León XIV a la Casa Blanca, de concretarse, sería un evento histórico que podría redefinir las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno estadounidense en medio de un escenario geopolítico altamente complejo.