Un dilema cotidiano con impacto ambiental

Aunque vivimos en una época de materiales biodegradables y tecnología avanzada, todavía existe una duda común en los hogares: ¿el papel higiénico debe depositarse en el excusado o en el cesto?
La verdad sobre el papel “biodegradable”

En la actualidad, muchas marcas de papel higiénico aseguran ser solubles en agua, lo que permitiría desecharlos directamente en el sanitario sin causar daños al drenaje. Sin embargo, no todos los papeles se degradan igual.
El grosor, la densidad, el tipo de fibras y los aditivos determinan si realmente se deshace o si puede provocar taponamientos en las tuberías.
El papel no siempre es el problema

El estado del sistema hidráulico es un factor clave. En viviendas con tuberías viejas, estrechas o con bajo flujo de agua, incluso el papel biodegradable puede acumularse y causar bloqueos.
Por eso, aunque algunas familias optan por arrojarlo al sanitario, otras prefieren mantener la práctica del cesto para evitar problemas en el drenaje.
Una cuestión cultural e histórica
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Más allá de la técnica, este hábito tiene una raíz cultural.
En países europeos o norteamericanos, tirar el papel al excusado es parte de la norma higiénica; mientras que en México y América Latina, durante décadas se ha considerado más seguro usar el cesto, especialmente en zonas con infraestructura hidráulica antigua o deficiente.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción?
No existe una respuesta universal.
Dependerá de:
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La calidad y tipo de papel (biodegradable, reciclado o multicapa).
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El estado del drenaje y flujo de agua en el hogar.
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Y la conciencia ambiental al momento de desechar.
Lo importante es verificar las etiquetas del producto, evitar el exceso de papel y no desechar toallitas húmedas ni materiales no solubles, ya que estos son los principales responsables de obstrucciones y contaminación.

