El 25 de julio de 2024 no fue un día cualquiera. En apenas unas horas, se confirmó la captura de Ismael “El Mayo” Zambada por parte de autoridades de Estados Unidos, y en paralelo, se reportó el asesinato del político sinaloense Héctor Melesio Cuén, exrector universitario, exsecretario de Salud estatal y figura clave del Partido Sinaloense.
Estos dos acontecimientos no solo sacudieron el panorama político y criminal de Sinaloa, sino que, según múltiples versiones y documentos filtrados posteriormente, habrían estado ligados por un evento específico: una supuesta reunión entre ambas facciones del Cártel de Sinaloa —Los Chapitos y El Mayo— con la presencia de Cuén y, según la versión de El Mayo, incluso del gobernador Rocha Moya.
La carta que desató la controversia
Días después de la captura de Zambada, se difundió una carta presuntamente firmada por el capo, en la que relataba haber sido citado a una reunión para negociar una tregua con Los Chapitos. En esa misma carta, Zambada aseguró que Héctor Cuén también asistió a la reunión y que fue asesinado minutos después de su detención. En su testimonio, El Mayo afirmó que Cuén era “su amigo desde hace muchos años”.
Es importante destacar que el gobernador Rubén Rocha Moya negó rotundamente haber estado presente en dicha reunión, y en su momento declaró que se encontraba fuera del estado por motivos personales, lo cual fue respaldado con documentación oficial. Además, pidió públicamente una investigación “objetiva, diligente y sin sesgos” sobre el homicidio de Cuén. Desde entonces, el mandatario ha reiterado su disposición a colaborar con cualquier indagatoria en curso.
¿Qué hacía Cuén con los líderes del narco?
La presencia de Cuén en una reunión con dos de las figuras más poderosas del crimen organizado ha generado especulación y debate público. ¿Cuál era su rol? ¿Intermediario, operador político, aliado estratégico, o simplemente un testigo circunstancial?
Cuén fue una figura influyente en la política sinaloense durante años. Como líder del Partido Sinaloense (PAS), mantuvo alianzas temporales con distintos partidos y gobiernos, incluyendo una participación como secretario de Salud en el actual gobierno estatal. Su salida del gabinete ocurrió en 2022, por diferencias políticas. Su posterior asesinato, en pleno proceso electoral, encendió las alertas.
Algunos analistas han sugerido que pudo haber sido utilizado como enlace o mediador político entre las facciones enfrentadas del Cártel de Sinaloa. Otros apuntan a que su cercanía con distintas estructuras de poder pudo colocarlo en una posición riesgosa. Hasta ahora, ninguna hipótesis ha sido confirmada oficialmente.
La Fiscalía toma el caso: investigación federal en curso
Inicialmente, la investigación del asesinato de Cuén estuvo a cargo de la Fiscalía de Sinaloa, pero fue transferida a la Fiscalía General de la República (FGR) tras señalarse irregularidades en la necropsia, manejo de pruebas e inconsistencias en los videos del ataque. La FGR también abrió una línea de investigación sobre el secuestro de El Mayo, señalando directamente a Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, como presunto responsable.
En el expediente federal, se sostiene que la captura de Zambada no fue voluntaria, sino resultado de una entrega forzada, lo que ha escalado las tensiones entre México y Estados Unidos, especialmente ante la falta de claridad en las versiones oficiales de ambas partes.
¿Qué se esconde detrás de esta traición?
Más allá del enfrentamiento entre Los Chapitos y El Mayo, los hechos del 25 de julio dejaron un mensaje claro: los límites entre crimen organizado, estructuras políticas y cooperación internacional se están desdibujando.
Las preguntas siguen abiertas:
¿Fue Cuén un mediador político o un peón en un juego más grande?
¿La reunión fue una trampa orquestada para entregar a Zambada?
¿Hay intereses nacionales o internacionales detrás de la fractura del Cártel del Pacífico?
El gobernador Rocha Moya, por su parte, ha sido claro en rechazar cualquier vínculo con el crimen organizado y ha defendido la necesidad de una investigación profunda y libre de manipulaciones políticas o mediáticas.
A un año de los hechos, las respuestas siguen pendientes
Con El Mayo enfrentando juicio en Nueva York, y Los Chapitos señalados por la FGR por traición a la patria y secuestro, la fractura del Cártel del Pacífico ha tenido consecuencias relevantes en el panorama de seguridad en Sinaloa.
Aunque los hechos desencadenaron una etapa compleja, las autoridades continúan trabajando de forma coordinada en la recuperación del orden y la paz en el estado, a través de operativos, inteligencia y acciones de proximidad ciudadana.